La geoeconomia es un nuevo término para las teorías y políticas económicas internacionales. Según Gillian Tett del FT, en el pasado, «generalmente se asumió que el interés económico racional predominaba, no la sucia política. La política parecía ser una derivada de la economía, no al revés. Ya no. La guerra comercial desatada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha conmocionado a muchos inversores, porque parece muy irracional según los estándares de la economía neoliberal. Pero «racional» o no, refleja un cambio a un mundo en el que la economía ha ocupado el segundo lugar después de los juegos políticos, no solo en Estados Unidos, sino también en muchos otros lugares».
Lenin dijo una vez que «la política es la expresión más concentrada de la economía». Argumentaba que las políticas de los estados y la guerra (política por otros medios) estaban impulsadas en última instancia por intereses económicos, es decir, los intereses de clase del capital y las rivalidades entre «muchos capitales». Pero aparentemente, Donald Trump le ha dado la vuelta a la opinión de Lenin. Ahora la economía debe regirse por juegos políticos; los intereses de clase del capital han sido reemplazados por los intereses políticos específicos de las camarillas. Así que, aparentemente, necesitamos teorías económicas que puedan modelar esto, es decir, la geoeconomía.